Por más grande o pequeña que sea una organización, la comunicación no puede dejarse al azar, es decir: según se requiera, según la situación por la que se esté pasando o según las ganas de comunicar de los líderes. Por el contrario, debe estar tan bien planificada, que sea parte esencial de la estrategia e impacte la cultura.
1. Dale prioridad a la comunicación interpersonal sobre cualquier otra manera de comunicación. Esta posibilita la conexión realmente humana y, aunque ahora aprendimos a adaptarnos a la virtualidad por motivos de pandemia, no hay nada como un buen diálogo sincero, abierto y con ánimos de aportar por ambas partes.
2. Comparte un propósito común.
Según Gallup, el 60% de los empleados sienten que su trabajo no está conectado a un propósito mayor. Por esto es clave hacer sentir a las personas y al rol que desempeñan como parte esencial de la organización para lograr ese propósito mayor.
3. Recuerda y alinea a las personas constantemente con los valores organizacionales y ponlos en práctica en los procesos de selección, gestión del desempeño, reconocimiento; entre otros.
4. Escucha constantemente, acuerda y cumple con espacios de participación.
Las personas necesitan sentirse parte importante de un equipo y que sus ideas sean tenidas en cuenta para hacer crecer a la organización.
5. Motiva y reconoce a las personas por sus aportes a la empresa, así sea parte de su trabajo.
6. Diseña muy bien la experiencia del empleado en todas sus etapas: pre-onboarding, onboarding, plan de carrera, gestión de su desempeño; con un acompañamiento muy cercano.
7. Gestiona los procesos de Comunicación Interna que lleven a crear conexiones significativas entre todos los miembros de tu organización y ayuden a aumentar la productividad.
En “diálogos” te ayudamos a implementar procesos estructurados de comunicación que hagan sentir a tus colaboradores parte esencial de tu organización.